Desde la cordillera de los Andes por el camino de la vida, yo, David Tunubala Tunubala, nacido en la vereda Puente Real, territorio ancestral del pueblo Misak del municipio de Silvia, departamento del Cauca en la República de Colombia, escribo mi vida.

Nací el 7 de diciembre del 1972, siendo el penúltimo hijo de Alfonso Tunubala y Barbara Tunubala, sobreviviente ya que en esa época hubo una peste del tifo que azotó y acabo con la vida de mi hermano mayor que también llevaba mí mismo nombre, por eso mi madre dice que me cuidó y me protegió para no repetir la misma historia y en honor de él me bautizó con su nombre.

Un aspecto muy importante del contexto donde nací, de mis abuelos paternos Eulogio Tunubala y Antonia Tunubala fueron la primera pareja que abrió la puerta de la casa para recibir las buenas nuevas de salvación en la década de 1930 al misionero Oscar Jacobson. De allí soy también privilegiado de haber nacido en un hogar de padres que ya habían recibido a Cristo en su corazón. No fue fácil en esa época el proceso de evangelización en mi pueblo ya que hubo persecución, señalamientos, y discriminación por causa del evangelio, siendo así en la época de mi niñez. Entre los 6 o 7 años todavía me señalaban y escapé de intentos de maltrato de niños en la vereda vecina (San Pedro) durante una celebración de matrimonio donde un tío de mi mamá.

Mi mamá fue siempre la que me motivó a asistir a la escuela dominical de la iglesia de Puente Real, fue así como desde los 6 años empecé a tener mi formación en la iglesia local con mis padres espirituales que eran el pastor José Manuel Velasco y Anita Tunubala. Aprendimos a memorizar versículos de la Biblia, aprendí a tocar tambor, fui un niño muy juicioso ya que siempre tuve interés de aprender. En esa época al lado de mi casa funcionaba la escuelita evangélica y yo con mi propia iniciativa fui a ese lugar porque quería estar con niños más grandes. Insistí tanto que mi mamá me consiguió un morral y un cuaderno para ir, y a los 11 años terminé mi primaria en el año 1984.

Durante un año duré en casa cuidando a mi hermano menor porque mi madre me lo pidió, estuve muy aburrido porque mis primos sí fueron al Colegio Bachillerato en Silvia. Les pedí el favor a mis padres que me matricularan y fue así que en el año 1986 ingresé al Colegio Urbano de Silvia con énfasis en Agropecuaria, lo cual terminé el bachillerato en el año 1992. Nunca dejé de asistir a la iglesia, siempre estuve conectado con mis hermanos en la fe.

En el mismo año que terminé me fui a la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca, a estudiar en un Instituto Técnico. Estudié por un año y me gradué de Secretariado Comercial y Ejecutivo, algo que destaco es que mis padres es que impulsaron en mí; el espíritu de emprendimiento, el aprovechamiento del tiempo y el trabajo en la agricultura con eso me financiaba mis estudios cultivando cebolla. Por eso aprendí a valorar la agricultura y amar a la naturaleza, con buenos hábitos de salud y de calidad de vida. Fui un joven responsable y temeroso de Dios.

En el año 1994 me fui a la ciudad de Cali con una familia que me invito a conocer y después de tres días me gusto y me arriesgue a vivir allí, por cosas de Dios conocí un Apóstol de Dios de origen boliviano, el Pastor Julio Cesar Ruibal, y su esposa Ruth Johnson de Ruibal y ellos me invitaron a estudiar la Biblia en Cali y durante 4 años estudié y además me dediqué a la salud preventiva (1994-1998).

A partir de esos años, Dios me usó para impulsar mi propósito junto con el Pastor Julio Ruibal. Dios empezó a obrar en mi pueblo y por primera vez se instaló una emisora cristiana en el pueblo financiada por una misión canadiense, Welcome Internacional. A los 21 años tuve que volver a mi pueblo cristiano a organizar y administrar este ministerio. Aun viviendo en Cali tenía que ir a Silvia en mi vereda cada 20 días, para ayudar y sostener la emisora que en ese entonces se llamaba “La Voz de Guambia.” Fueron momentos importantes aunque al comienzo pasamos muchas dificultades, por ejemplo, nadie conocía de las intersecciones técnicas y por eso tuvimos muchas fallas, tanto así que la iglesia quiso dar la espalda al ministerio radial. Pero yo comprendí que Dios no nos había abandonado, perseveramos incansablemente, desarrollamos actividades como radiotones, casi cada año recolectabamos fondos para la emisora de la comunidad y ellos nos apoyaron tremendamente.

Ya en el año 1999 regresé a mi territorio a acompañar a mi pueblo. En ese entonces el Cabildo viendo mi capacidad me dio la oportunidad de trabajar en el programa de Salud en el Hospital de la comunidad. Trabajé por 7 años con mi pueblo. En el primer semestre de ese mismo año construí mi casa en la vereda Puente Real y en el mes de noviembre me casé con la que hoy es mi esposa, Jacinta Muelas Calambas. Fue un año significativo porque Dios estaba obrando en mí en lo que sería mi proyecto de familia y en ese año nace mi hijo Jhon Anderson Tunubala Muelas.

Luego me desempeñé en la Coordinación ministerial de educación en la Organización Comunidad Alianza Cristiana Guambiana Colombiana a la que actualmente somos miembros. Impulsé la formación ministerial de líderes, seminarios bíblicos regionales y validación en básica primaria en convenio con Confacauca que fue un año de favor en fortalecer la obra de Dios con mi pueblo Misak.

Entre el año 2002 -2003 estuve con la comunidad trabajando incansablemente, apoyando desde el Hospital Mama Dominga, el programa de Tuberculosis, aunque mi cargo era de Coordinador de Promoción y Prevención de Salud, desarrollé e impulsé una iniciativa de un proceso comunitario con familias de bajos recursos económicos, en el cual juntamos 40 familias para producir la tierra, todo lo relacionado con alimentación y proyectos productivos para mejorar la seguridad alimentaria y así fue que estas familias lideraron en el hospital un modelo de intervención comunitaria del programa de tuberculosis con resultados muy impactantes en el departamento del Cauca y Colombia.

Fue así que fui reconocido, estuve participando en eventos internacionales, en el año 2004 estuve invitado a la Ciudad de Panamá a un evento de indígenas. Fue importante porque también pude llevar el mensaje de Jesucristo a todos los participantes, resaltando el valor de la familia y mostrando que se puede poner en las manos de Dios cualquier iniciativa.

En el año 2006 la comunidad, reconociendo mi liderazgo, me nombraron como Secretario General del Cabildo prestando mi servicio a la comunidad. Fue un año duro e importante para mí porque al servicio del Cabildo no tuve ninguna contraprestación por mis servicios. En el año 2008 volví a laborar en el Hospital Mama Dominga y en ese mismo año la iglesia me volvió a nombrar Coordinador de la emisora y estuve así hasta el año 2009.

Durante el año 2009 Dios siguió dándome la oportunidad de apoyar en el ministerio radial. Para el mes de noviembre de ese año seguí en contacto con el grupo de las familias que estaban padeciendo la enfermedad de la Tuberculosis. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) me invito a un evento internacional de las Primeras Naciones en Toronto, Canadá por 4 días y Dios me dio la oportunidad de contactarme con la misión Welcome Internacional quienes en el año 1994 nos regalaron la transmisión de la radio. Llevé una propuesta para mejorar la infraestructura de la emisora y ellos quedaron muy impactados por el informe y fue así que en los años posteriores financió la ampliación de la emisora. Además, por la misma época hice parte de la Junta Interdenominacional de pastores y líderes del pueblo Nasa, en la organización (AICEP) Asociación Interdenominacional Pluriétnico de Colombia con sede en Corinto, Cauca donde hice parte como Vicepresidente, impulsando fuertemente la defensa de la libertad de culto, la unidad de la iglesia como pueblos indígenas, participando por dos años.

En el año 2009 fue mi último año en el trabajo del hospital, yo sentía que Dios quería que no estuviera tanto en mi trabajo cómodo con un salario, ya no estaba satisfecho y había pasado una situación en el hospital que no me gustó y al final renuncié irrevocablemente a mi cargo. A partir de ahí, le pedí al Señor dirección para servirle a él y como yo había comprado un lote en el municipio de Piendamó empecé a cultivar la tierra y nos venimos con mi esposa a trabajar en el cultivo de café. No fue un tiempo fácil de renunciar a mi derecho al salario y 9 años en un buen cargo, pero yo quería aprender a depender más de Dios y a partir de allí aprender más cosas, dedicar más tiempo a mi familia. Dejé a un lado mi liderazgo en la comunidad y los proyectos con las familias que había iniciado, renuncié a mi posición social, a mis amigos y a todo.

En el año 2010 el Cabildo me pidió el favor de acompañar a un trabajo comunitario para impulsar proyectos con los jóvenes por 3 meses. Para esa época la Organización Mundial de la Salud (OMS) me volvió a invitar nuevamente a Panamá para hacer el reconocimiento por el trabajo con los problemas más vulnerables de mi pueblo. En este año además me fui a estudiar en Cali y terminé como Técnico Profesional en Fisioterapia.

En el año 2011 la comunidad me nombró para servir de alcalde en la zona de Michembe. Este cargo lo ejercí nuevamente por un año, en donde pude vivenciar un tiempo muy duro de servir a mi pueblo para ayudar a resolver problemas internos de la comunidad. Ejercí por segunda vez dentro del Cabildo y el final muy satisfecho, Dios me acompaño siempre y que útil haber servido a mi pueblo. A pesar de todo traté de aislarme por un tiempo, pero no fue posible porque estábamos desarrollando un proyecto de cría de truchas en Puente Real y tuve que trabajar muy fuerte para sacar adelante ese proyecto.

En ese tiempo mi papa se enfermó muy fuerte y en el mes de marzo de 2012 se murió. Nos dio muy duro saber que mi papa de un momento a otro, se haya ido a la presencia de Dios, un padre que nos brindó la orientación, la fortaleza mental y nos inculco en nosotros sus 6 hijos que quedamos y mi mama, el espíritu del emprendimiento, nos enseñó a salir adelante siempre confiando en Dios, un padre excelente y al final de su vida un padre de fe que sirvió a la obra de Dios como obrero local y hasta el último momento nos enseñó a perdonar y a trabajar duro en esta vida.

En el año 2013 el Cabildo volvió a insistir que volviera al pueblo para que coordinara el programa de salud junto con la Gobernadora de ese año, Mama Asunción Velasco, que después de todo acepte, sabía que era un año duro ya que tocaba desarrollar proyectos para el Ministerio de Salud de Colombia para el departamento del Cauca, gestionamos y ejecutamos proyectos muy bonitos al final nos premiaron con un reconocimiento a nivel nacional, también Dios me uso en ese tiempo para ungir los lugares donde los chamanes o médicos tradicionales habían satanizado al pueblo con la práctica de la toma de yagé. Hasta Sierra Morena, el lugar donde estaba domiciliado el proyecto, se había convertido en un prostíbulo, entonces declaramos que en el nombre de Dios iba a quedar limpio y con la ayuda de otros siervos que habían salido de esa vida de paganismo tuvimos resultados que fueron increíbles. Los chamanes quedaron avergonzados de la obra de Dios. Ya al final de año, el pueblo me postuló para el cargo de ser Gobernador del pueblo, gracias a Dios prosperó mi plan porque el ambiente para ejercer como Cabildo se complicó mucho ya que empezaron los señalamientos por los dirigentes de la comunidad, esto provoco una división interna dentro del pueblo hasta el punto de que me querían enterrar vivo, cogieron mucha rabia, en el fondo creo que potestades del mal querían perseguirme. Para el año 2014 me postularon nuevamente para ejercer como Gobernador del pueblo y siguió la discriminación, los señalamientos y la persecución. Fue así cuando el Señor Jesús puso en mi corazón salir del territorio con mi esposa y mi hijo. Al final del año 2014 un amigo me ofreció un lote en Cali para construir una vivienda y desde el 2015 me fui a la capital del Valle, le dije a mi esposa y a mi hijo que el objetivo y meta era buscar a Dios.

En mi territorio se había desatado una crisis de gobierno y eso dividió a la comunidad. Fueron tiempos muy confusos. Desde el año 2015 al 2020 pasaron muchas cosas, fueron tiempos demasiados importantes para mí y mi familia, no fue un tiempo fácil, todo lo contrario fueron tiempos difíciles, pues experimentar la enfermedad de mi hijo y ver la mano de Dios y su respuesta en esa situación. El acné severo provocó depresión, intentó suicidarse dos veces y fue internado en el Hospital Psiquiátrico del Valle, el Doctor Andrés Vargas, Dermatólogo lo trato por 3 años y mi hijo cayo más abajo, en su estado emocional. En ese año en Cali mientras construía la casa los ladrones me robaron 2.000.000 de pesos en efectivo y el amigo que me vendió el lote vino con policía a quitarme lo poco que tenía en el lote.

En mi tiempo en Cali como había dicho anteriormente, fue con el propósito único de buscar a Dios, y siendo así me refugié en la Iglesia Eklesia. En el año 2015 la Pastora Rut Ruibal me recibió con los brazos abiertos, la iglesia local me acogió de manera muy especial, yo le ofrecí que quería servir al Señor. La Pastora me delegó estar en la montaña de oración todos los jueves en la mañana y así estuve hasta el año 2019, no solo era estar de rodillas todos los jueves, sentía que las adversidades me querían desanimar, pero fui fuerte junto con mi esposa. Estuve allí firme pase lo que pase, orando e intercediendo por mi pueblo, por Colombia y allí poco a poco fuimos vivenciando la respuesta de Dios. En el año 2017 ingresé al Instituto Bíblico Didaskalia en Cali, donde estuve un año y me gradué como ministro de culto. Había la posibilidad de estudiar teología, pero por los costos no pude avanzar más.

Un acontecimiento trascendental en el año 2017 fue cuando me accidenté en la ciudad de Cali, por imprudencia de la persona que provocó el accidente. Por misericordia de Dios, no perdí la vida, porque quedé de frente del automóvil. Dios lo había hecho con un propósito, este accidente lo hizo para bendecirme económicamente, Dios me guardó y solo me fracturé el dedo anular y del resto quedé físicamente muy bien.

En el año 2019 fue un tiempo importante para mí y mis hermanos, puesto que murió mi mamá. Ella venía padeciendo de una enfermedad de insuficiencia cardiaca congestiva lo que la había debilitado hasta el mes de Junio, partió a la presencia de Dios y Dios preparo nuestros corazones en el lecho de su muerte. Toda la familia estuvimos sensibles en buscar de Dios y en tres oportunidades pudimos abrir espacios de perdón, que significó mucho para mí y mi hijo. Fue impactante porque mi hijo pudo vivenciar el perdón de Dios y el amor de Dios, notamos el cambio en su vida de manera sobrenatural, Dios lo hizo en el momento que quiso, para la gloria y honra de Dios mi hijo para ese entonces su vida cambio. Mi mamá fue en la que sus últimos días de vida aportó en el camino y nos permitió fortalecernos más como familia.

Para finalizar, Dios me ha estado usando desde que comenzó la Pandemia en acercarme a las viudas y los enfermos e ir a consolar a los afligidos. En estos últimos tres años he estado experimentando los mejores momentos de nuestra existencia, sabemos que su venida está cerca, ¿Qué más podemos hacer? Buscar a Dios y orar sin cesar, Dios nos ha suplido en todas nuestras necesidades, igual yo trabajo en la agricultura y en la comercialización de productos de clima frio a Cali, gracias a Dios soy un hombre feliz y con mucha motivación para poner mi vida al servicio de las cosas de Dios. Amen.