No hay posada para Jesús,
ni lugar,
ni casa.
No hay posada para el mayor acontecimiento de la humanidad.

José y María buscan desesperados tan solo un espacio para el nacimiento de Jesús.
Tocan las puertas. Nadie les abre.
Puertas cerradas.
Lugares llenos.

¿Dónde quedó la hospitalidad en Belén?
El silencio es interrumpido
con estas palabras:
no hay mesón.
No hay mesón para Jesús.

Y donde menos lo imaginamos, hay un espacio.
Junto con los animales.
El lugar no soñado para el nacimiento de Jesús.
Sobre la paja, María da a luz.
Y por todo el establo se escucha el llanto.
¡Nació el Salvador!

Hoy en Beit laħem (Belén) nació Jesús.
En el nacimiento de la niña Palestina,
en la muerte del niño en Gaza.
Se escucha el llanto en Palestina.
Se escucha el gemido en Gaza.

Y donde menos lo imaginamos
Jesús nace de nuevo.
Y toca la puerta y nos pregunta,
¿Hay posada?

Hoy nace en Abya Yala,
En el nacimiento del niño desplazado,
de la niña migrante.
Nace en el desierto, en los ríos,
en las junglas, en los mares,
en las ciudades.

¿Dónde quedó la hospitalidad en el mundo?
¿Dónde quedó la hospitalidad?
Jesús toca la puerta
y nos pregunta de nuevo:
¿Hay lugar en nuestra casa?