Primer encuentro del grupo de Diálogo Indígena del Norte de Colombia
La Tagua, Sierra Nevada de Santa Marta
3 al 6 de marzo, 2022
Bajar en PDF aquí: Material 1 Grupo de Dialogo Indígena de Norte de Colombia.docx (1)
A modo de introducción
Esta serie de materiales es producida en base a los diálogos que realizamos en un grupo pequeño de líderes indígenas cristianos y cristianas con el fin de conversar sobre temas de fe, cultura, la iglesia, la sociedad y el discipulado. Queremos explorar lo que significa ser un seguidor o una seguidora de Jesús en el contexto de las comunidades indígenas.
Al ver la diversidad reflejada en este grupo de diálogo, nos preguntamos ¿qué puede aportar a nuestra fe cristiana al encontrarnos? ¿Qué cosas nuevas nos aporta esta experiencia de conocer otros pueblos y nuevos lugares?
Los cristianos indígenas se enfrentan a diferentes desafíos, pero sin duda, al igual que cualquiera comunidad religiosa, la necesidad de sustentar la unidad y la comunidad como cristianos indígenas sigue estando muy latente, por eso las pistas bíblicas y saberes basado en la cultura es un camino que nos compete explorar 1 Corintios 12:12-13 dice:
“El cuerpo humano tiene muchas partes, pero las muchas partes forman un cuerpo entero. Lo mismo sucede con el cuerpo de Cristo. Entre nosotros hay algunos que son judíos y otros que son gentiles; algunos son esclavos, y otros son libres. Pero todos fuimos bautizados en un solo cuerpo por un mismo Espíritu, y todos compartimos el mismo Espíritu.”
Los indígenas también somos parte de ese cuerpo tanto en los dones espirituales como en lo cultural, geográfico y étnico, pero como pueblos nos reconocemos como hermanos. Tenemos en común el Espíritu de vida que siempre ha estado con nosotros.
En este intercambio de culturas, lenguas, experiencias y sabidurías de nuestros pueblos, este diálogo es un intento de conversar sobre lo que creemos, la forma como leemos la biblia y como celebramos a Dios en nuestras comunidades. Al mismo tiempo, sabemos que necesitamos aprender de otros pueblos y queremos aprender cómo eso puede enriquecer nuestra fe y seguimiento a Jesús.
Lo que sigue es un material que pueden usar en sus comunidades e iglesias o en sus familias para generar una conversación sobre temas relevantes para la comunidad de fe en contextos indígenas.
El mapeo:
Jesús como el máximo referente para nuestra comunidad de fe, fue alguien que recorría territorios; regiones, aldeas y ciudades. Él observaba las situaciones adversas de la gente, sentía compasión y buscaba solucionar (Mateo 9:35-38). Nuestra fe y comunidad tiene sentido cuando conocemos los problemas de nuestro territorio y de otros.
La actividad de hacer un mapeo a nuestro territorio consistió en reconocer las diferentes comunidades de fe, iglesias, organizaciones cristianas, actividades afines que se encuentran dentro de nuestro resguardo indígena. En la tarde consistió en reconocer, usando el mismo mapeo, los diferentes actores y situaciones que atenta con la armonía y la vida abundante de los pueblos indígenas. Considerando lo que compartieron cada uno sobre su contexto, cada etnia nos llevó a desafiar nuestro pensar y actuar.
Arhuaco: La pareja del pueblo Arhuaco, de la Sierra Nevada, explicó la estrategia que han consolidado, ya que no pueden ser abiertamente cristianos ni tampoco pueden promover una iglesia al modelo bunachi (occidental). Por lo mismo se han propuesto ser una red de comunidades de fe donde continuamente se pasan la voz de un grupo a otro, divulgando las enseñanzas bíblicas, promoviendo iniciativas para el sostenimiento y una economía más solidaria. También afirmaron que es mejor enseñar en la finca y no dentro de un edificio. Se trabaja mientras se conversa, caminan juntos y en ese caminar se descubre que Dios no es solo de los bunachi, sino, Él es Dios creador de todos nosotros.
Nos expresaron que es mejor ser creyente y no solo actuar como creyente. Muchos se portan como creyentes, hacen lo que dicen los misioneros de afuera, donde todo implica hacer, obedecer, pero muchos realmente no son seguidores, porque cualquier circunstancia los mueve y terminan dejando todo.
También existen iglesias más convencionales entre los arhuacos, sobre todo en las zonas urbanas, donde son más toleradas por las autoridades tradicionales. Allí también hay diferentes denominaciones que buscan tener adeptos. La pareja de arhuacos quieren reflejar otra forma de ser cristiano e iglesia desde la ruralidad y la comunidad. Para ellos no deja de ser preocupante que los cristianos están abandonando su pensamiento indígena y dejando algunas costumbres muy propias de la cultura como la ropa, el mambeo y las responsabilidades sociales y ambientales. Por eso visitan a otros creyentes que “se han civilizado” para invitarles a sensibilizarse con el territorio y no dejar atrás su cultura que es un regalo de Dios, pues dejar perder y morir la cultura sería un pecado, ya que saben que tiene algo especial que contribuye al resto del mundo.
Preguntas para diálogo:
El contexto de los creyentes arhuacos, alejado del modelo congregacional y pastor-céntrico, nos desafía a pensar realmente en ¿Qué es ser cristiano? ¿Qué es ser iglesia?
¿De qué manera podemos expresar el seguimiento de Jesús respondiendo a nuestros valores y prácticas de nuestra cultura indígena?
Escrituras para la reflexión:
Juan 4:19-24, Hechos 10:34-35
Yukpa: El pastor Yukpa es uno de los primeros pastores de su pueblo y ha servido junto a su esposa en su asentamiento por más de 20 años. En su territorio gozan de la libertad para desarrollarse como iglesias convencionales. Al principio tuvieron algún conflicto con el fenómeno de la conversión al evangelio, pero actualmente son pocos los asentamientos que se resisten recibir a los creyentes y los que lo hacen se debe a la preocupación de la pérdida cultural.
Al estar más abiertos, reciben otras misiones externas o iglesias de la ciudad que les ayudan con acompañamiento esporádico o con proyectos como la construcción de un templo. En 2017 empezaron la traducción de la biblia en su lengua, estudiar las escrituras en su propio idioma y tienen mucha esperanza que este esfuerzo puede ayudar a su pueblo seguir el evangelio, pues la mayoría no han escuchado el mensaje todavía. Para la iglesia Yukpa la biblia en el idioma les permite seguir conectados con su identidad. Anteriormente los pastores Yukpas oraban y predicaban en castellano y las enseñanzas bíblicas eran impartidas por los terceros, pero actualmente con la traducción han venido fortaleciendo el uso de la lengua y el acceso directo a la biblia.
Algo que no deja de ser desapercibido es la baja participación de las mujeres en el contexto de la iglesia, lo cual creen que tiene que ver con la poca posibilidad de acceso a la educación de las mujeres. Esto propone también un desafío enorme en nuestro territorio indígena e iglesia y ver como una capacitación desde la comunidad puede fomentar el liderazgo de la mujer.
Preguntas para el diálogo:
¿Cómo podemos fortalecer un liderazgo indígena, hombre y mujer, aun cuando no han sido aprobados por el modelo de educación occidental? ¿Cómo puede la iglesia reconocer, valorar e involucrar lo que tiene cada comunidad para ofrecer?
¿Qué papel juega el idioma en las comunidades de fe o iglesia indígena?
¿Qué tipo de relaciones queremos cultivar con los misioneros o cristianos externos? ¿Cuál sería una relación saludable y justa con los creyentes no indígenas?
Escrituras para la reflexión:
Hechos 2:6-11, 1 Corintios 12
Wayuu: La lideresa wayuu nos habló de su testimonio y de su formación en la Misión Jóvenes con una Misión (Jucum). Ella ha estado trabajando en un comedor para niños y es pastora de una iglesia donde la población mayormente son niños y jóvenes. Enfatizó la importancia en la obra de la iglesia de no ser asistencialista, sino, de formar líderes. También explicó que la Guajira, el territorio wayuu, se divide en Alta, Media y Baja donde se encuentran varias redes de pastores, denominaciones y asociaciones evangélicas.
Las problemáticas más comunes son la falta de agua, alimento y carbón para cocinar. En todas estas situaciones la mujer cumple un rol fundamental, ya que son quienes salen a buscar estas provisiones, muchas veces dejando a los niños solamente con un alimento diario. Las mujeres también tejen y venden artesanías para el sustento diario. En el contexto Guajiro, la iglesia de cierta forma es un alivio porque ayuda a solventar algunas necesidades cotidianas en medio de la ausencia del Estado y de sus gobernantes. La corrupción y la continua extracción de sus minerales como en la mega mina del Cerrejón ha deteriorado el bienestar ambiental y comunitario.
Un punto importante que se puso a la mesa fue el aspecto cultural que continuamente choca con la fe. Hay prácticas como el matriarcado que desafían el pensamiento cristiano y su forma de ejercer la autoridad. Otras prácticas como la poligamia y dar a una hija a cambio de animales y dinero son temas que la iglesia sigue cuestionando, pues considera que sexualiza, margina y reduce a la mujer como un objeto para adquirir. También la ley de la venganza, “diente por diente,” sigue suprimiendo el perdón y la reconciliación, incluso en el ámbito de la iglesia. La tarea de la iglesia Wayuu en contextualizar la fe de acuerdo a su cultura ha requerido de un camino largo y un constante diálogo con la visión por la cual han sido evangelizados.
Preguntas para el diálogo:
¿Qué responsabilidades tenemos los cristianos con nuestra comunidad y con otros pueblos que padecen el hambre o enfrentan otros problemas y conflictos?
¿Qué hacemos los creyentes cuando vemos que ciertas prácticas culturales atentan o marginan la dignidad de una persona? ¿Qué prácticas culturales han llegado a la iglesia que están deteriorando una convivencia justa y equitativa?
Escrituras para la reflexión: 2 Corintios 13:11; Filipenses 2:2-4; Romanos 14:19; Mateo 25:31-46; Isaías 58:7-10.
Kogui: El pastor y su esposa que participaron contaron un poco sobre el destierro que sufrieron hace varios años, cuando grupos armados irrumpieron en la iglesia y en sus casas para desplazarlos. Esa situación fue el inicio de un tiempo de peregrinación, ya que las autoridades tradicionales tampoco querían tenerlos en su resguardo. Por eso consideran que el desplazamiento se dio también por la presión de los líderes que no estaban de acuerdo con su fe en Jesús. Para las autoridades ancestrales el ser cristiano y dejar de practicar la espiritualidad ancestral es dejar de ser indígena kogui.
Este argumento ha permanecido hasta ahora y por eso desde que lograron gestionar una finca en Trompito Alto han planteado ser una iglesia indígena, preservando algunas de las costumbres y tradiciones, lo que para ellos es lanzarse al desafío de ser koguis cristianos. No obstante, existen fenómenos económicos y sociales que crean tensiones sobre la autodeterminación en relación a la identidad. El estigma de ser indígena ha generado mucho dolor y ahora se suma el ser cristiano, por eso para algunos piensan que pueden ser resueltos al salir del ser “indio” y llegar a “civilizarse,” migrando a los centros urbanos y dejando su lengua y la cultura. Por eso el pastor y su esposa han estado generando espacios en las zonas urbanas para que los kogui no dejen su tradición y también tengan habilidades interculturales congregándose con otras etnias como los arhuaco y los wiwa. Para estos creyentes que ya cuentan con el Nuevo Testamento, lo usan para sus fines de fe, pero también para alfabetizar a su comunidad en su propia lengua. Lo que resulta ser admirable, donde hombres, mujeres, niños leen y narran con facilidad en la lengua kogui.
Preguntas para el diálogo:
¿De qué manera el seguimiento de Jesús nos puede ayudar a preservar nuestra lengua originaria y nuestras prácticas culturales?
¿Qué proponemos para cultivar un diálogo respetuoso desde la ancestralidad y desde el seguimiento a Jesús para una convivencia justa en el territorio?
¿Cómo podemos acompañar y animar a los que sufren a causa de practicar el reino de Dios y su justicia?
Escrituras para la reflexión:
El texto de Hechos 17, “Estos hombres han trastornado el mundo y han venido acá” …, nos habla de diferentes conflictos por causa de la fe. Muchos judíos acusaban a los cristianos del primer siglo, por considerar que estaban distorsionando la verdadera religión, pero otros estaban preocupados porque se anunciaba Jesús como el Señor y pensaban que ese mensaje amenazaba a los gobernantes de la época. A lo largo de Hechos de los Apóstoles encontramos el miedo y la confrontación constante entre el movimiento de Jesús y los religiosos tradicionales ¿Qué piensas respecto a la experiencia de los kogui? (Mt 5:10-11)
Ette Ennaka: Nos acompañaron un joven profesor de la comunidad y una mujer que ha sido traductora bíblica. Nos hablaron de los grandes desafíos que tienen como una comunidad naciente, tratando de permanecer en Narakamanta, una reubicación cerca de Santa Marta donde confluyen personas de afuera y suben muchas corrientes del cristianismo. El joven profesor ha estado propiciando su casa para celebrar el culto. Esta iniciativa se da teniendo en cuenta que diferentes denominaciones buscan que ellos se congreguen en sus iglesias, lo que para algunos implica ir a la ciudad. Proponer un espacio autónomo ha significado tomar rienda de su proyecto como iglesia Ette. Al mismo tiempo que mandan jóvenes a estudiar en un instituto Bíblico para seguir fortaleciendo la red de Iglesia tanto en esta comunidad, así como en el resguardo mayor que está en la Sabana de San Ángel.
Para la traductora y líder de esta comunidad, tienen la certeza que quieren seguir siendo chimila y no guacha (occidental). Sin embargo, son conscientes de que el cristianismo sí ha contribuido a la desaparición de la lengua, las costumbres y prácticas ancestrales. Sobre todo, cuando la juventud no encuentra mucha afinidad con su identidad Ette. Ella dice que también la fe hace que se sienta orgullosa de ser indígena. Durante el encuentro Berta nunca dejó de narrar en su lengua y compartir con alegría su idioma que ya en los jóvenes es algo extraño.
Preguntas para el diálogo:
¿Qué esperanza trae el evangelio de Jesús a un pueblo que enfrenta la desaparición de su lengua y sus costumbres? ¿Qué sería la buena noticia para este pueblo?
Escrituras para la reflexión:
Salmo 67
Muchos personajes de la Biblia vivieron en otra tierra en otra región, algunos como Abram porque Dios le llamó ir, otros porque las culturas e imperios más potentes los desplazaron, como el caso de las deportaciones de los Israelitas. Algunos extranjeros encontraron un refugio en el pueblo de Dios porque los acogieron. Todos ellos dieron gloria y alabanza al Dios de las culturas. Los chimilas de Narakamanta están para dar testimonio, engrandecer su amor y su justicia. Ellos darán testimonio de un Dios que ama a las culturas, por eso no va a desaparecer sino que por el contrario van a florecer ¿cuál va ser su compromiso desde la fe para que los hermanos Ette florezcan con pueblo?
Wiwa: La Casa Wiwa es un espacio para dialogar, reflexionar y capacitar desde la fe. También es un lugar para convivir en medio de la diferencia. Sabemos que muchas iglesias y agencias misioneras quieren evangelizar, pero pocos se toman la tarea de considerar las heridas que han causado (intencionalmente o no) y la resistencia que ha generado el proyecto misionero hacia los wiwa. Este espacio en primer lugar busca sanar esas heridas, desde esa relación y conocerse para dejar de lado la discriminación por tener una creencia distinta y como consecuencia generar amistades profundas, no acercarse a la gente con la intención de convertir, sino, para que sin importar la creencia lograr trabajar temas esenciales como la lengua damana que está por desaparecer. También se trata de hallar una forma de vida donde todos se sientan seguros. Durante diez años se ha buscado el rostro de Jesús wiwa, es decir, un Jesús más dialogante, amante de la cultura indígena, la lengua ancestral y que invite a la reconciliación. Dado que en las comunidades no está permitido hacer iglesia, se ha desarrollado una comunidad de fe cristiana que no depende de un pastor o de un edificio, sino que creen y sienten que la fe y el seguimiento de Jesús debe estar en la vivencia.
Preguntas para el diálogo:
¿Qué acciones contribuyen a la permanencia del pueblo indígena que sea acorde con las buenas noticias? ¿Cómo podemos predicar el evangelio sin discriminar y marginar al otro? ¿De qué manera la buena noticia de Jesús puede ser reconciliadora con nuestro territorio, autoridades, con nuestros saberes y con Dios?
Escrituras para la reflexión:
Los wiwa han utilizado los libros de Lucas y Hechos como base para el seguimiento de Jesús, El evangelio de Lucas les recuerda la importancia del prójimo, el enfermo, las viudas, los ancianos, la niñez y en medio de relaciones injustas traer un pensamiento para la paz. El libro Hechos de los Apóstoles relata el desafío de ser una comunidad de fe, recalca el compromiso de una comunidad que ha experimentado la salvación, como el compartir la necesidad y hacer comunidad con otros que no son igual a nosotros. Esta lectura y bases de nuestra fe están tejidas con las palabras de los mayores quienes también han anunciado un mensaje de vida, mediante narraciones, historias y sabiduría ¿Qué aconsejarías a los seguidores de la Casa Wiwa para seguir nutriendo su experiencia?
Los problemas que enfrentamos
Después de recorrer el territorio y hablar un poco de nuestros pueblos, la presencia de la iglesia y el evangelio en nuestras comunidades, pasamos a examinar los problemas, conflictos y otras fuerzas en nuestros pueblos que atentan contra la vida abundante y afecta la reconciliación de todas las cosas. Muchos de estos problemas están presentes en todas nuestras comunidades, algunos son únicos en ciertos contextos, pero lo que sí vimos es que todos estos problemas están presentes y relacionados. Cada ser creado hace parte del tejido de la vida, pero los conflictos y la violencia en nuestro entorno tocan cada parte del tejido de nuestra vida comunitaria.
Lo que sigue es una descripción de los problemas que identificamos. Les animamos a considerar cuál de estos problemas están presentes en sus comunidades, cómo se manifiestan y cómo están interrelacionados. También les invitamos a considerar estas preguntas, al identificar estos problemas:
- ¿Qué dicen las autoridades tradicionales y la comunidad?
- ¿Qué dice la iglesia?
- ¿Qué dice la Biblia?
- Nosotros, los discípulos de Jesús ¿cómo debemos responder?
Economía: La adopción, a veces casi obligadamente, del capitalismo de consumo y acumulación crea muchos conflictos pues no encaja con una cosmovivencia indígena. La avaricia divide a las familias y a las comunidades, rompiendo el tejido social de reciprocidad y ayuda mutua. En consecuencia, crea un individualismo que beneficia a algunos a costa de otros. Siempre ese otro es mi prójimo. También está la creación que se ve afectada por causa de una economía injusta.
Es necesario hablar de la economía porque las prácticas indígenas a veces son más cercanas, lo que hicieron las primeras comunidades en Hechos de los Apóstoles, por ejemplo, compartir las riquezas y los bienes con quienes lo necesitan. Muchas de nuestras comunidades suelen hacer minga, juntanza, reunir alimento y el esfuerzo para que todos coman o tengan. Sin embargo, el individualismo, modelos de intercambio y formas de mercado afecta a nuestras comunidades, por ejemplo, cuando lo que el indígena produce lo pagan a bajo precio. La economía también está ligada con la tierra que han sido quitadas a las comunidades indígenas históricamente. La economía también está ligada a la tierra y nuestras maneras de sembrar y cuidar la tierra. Los problemas que tenemos hoy en nuestras comunidades se asocian con que alguien de afuera quiere aprovechar nuestros recursos, incluso, se ha puesto de moda explotar nuestra identidad indígena con el etnoturismo.
Turismo: Un vehículo para la entrada de los problemas que trae la mentalidad capitalista e individualista. También es fuente de problemas con vecinos no-indígenas. Se genera nuevos problemas como el manejo de basura y del agua. Es posible hacer un turismo justo y sostenible que dignifica la cultura y la lengua, pero la entrada desenfrenada de personas sin humildad, ni ninguna intención de aprender o de respetar nuestros territorios con una expectativa de poder comprar cualquier cosa o servicio muchas veces termina causando más problemas en el territorio indígena. En esta relación es claro que ahora el indígena debe mostrar su imagen para ser capitalizada, por eso muchas veces el ser cristiano no cae bien, pues daña el imaginario que se tiene de un indígena “verdadero”.
Política: Este tema está íntimamente conectado con los problemas económicos, los de afuera usan a los indígenas para lograr sus propios fines de lucro y poder. Las formas de gobierno propio están en crisis porque los indígenas adoptamos los de afuera. Por otro lado, la misma iglesia trae un modelo de jerarquía que en algunas comunidades causa problemas. En ocasiones los líderes cristianos no promulgan relaciones más justas, sino que hacen alianza con quienes promulgan una política de desigualdad. Los mismos indígenas usan la política para enriquecerse en vez de servir a la comunidad. Crea mucha división y relaciones injustas. Las divisiones hacen que el territorio sea más vulnerable.
Choque cultural con campesinos: Tenemos diferentes formas de concebir el territorio, la comunidad y el uso de la tierra. Por ejemplo, para nosotros, un bosque tiene muchos usos y además sirve para preservar la vida en la tierra, pero para un campesino el bosque es un caos sin utilidad hasta que esté dominado y ordenado (cortado para agricultura y ganadería al estilo occidental). La mirada del campesino de sólo sembrar lo que se puede convertir en dinero es también muy distinta a la perspectiva indígena. Estas diferencias de perspectiva llevan a conflictos territoriales porque creen que pueden invadir tierras que según ellos no son utilizadas. Al mismo tiempo en algunas comunidades quieren explorar, extraer con el nombre de desarrollo, pero es claro que las comunidades como víctima de ese atentado a la tierra, terminan empobrecidas, mientras que agentes externos se van dejando un hueco que será difícil reparar.
Conflicto territorial: “Sin territorio no hay nada,” dijo el jove chimila, Cristóbal, durante este primer encuentro. Sin tierra, la cultura no puede sobrevivir. Entonces este conflicto es muy urgente de atender. Este tema está conectado con todos los demás, pues la economía está basada en la tierra y las políticas del manejo de la tierra. Hay problemas de invasión por campesinos colonos, peleas de tierra entre etnias y familias (muchas veces por la valorización monetaria y la privatización de las tierras). La compra de personas extranjeras ha hecho imposible seguir ampliando el territorio indígena. Pero tampoco existe la voluntad política que apoye la devolución de tierra a las comunidades indígenas. El conflicto armado que vive el país, es una muestra que la violencia se ha producido diferentes bandos tratando de controlar el territorio, pero realmente los despojado terminan siendo los indígenas.
Corrupción: Existe un mal manejo de recursos del gobierno, de la comunidad y con frecuencia nuestros dirigentes usan su posición para ayudarse a sí mismos en vez de servir a la comunidad.
Desnutrición: Este es un problema marcado en todos nuestros pueblos, pero parece ser más grave actualmente entre los wayuu donde hay niños muriéndose de hambre. Tenemos que preguntarnos, ¿si no había tanta desnutrición en nuestras comunidades antes, entonces qué cambió? Y si no había antes, entonces la nutrición sí existe en nuestros territorios y podemos resolver este problema. Vimos que parte del problema está en los programas de asistencia del gobierno y otras organizaciones que regalaron comida, desincentivando el cultivo propio. También está la pérdida de cultivos más diversos y nutritivos que teníamos siempre, pero por querer usar más tierras para el ganado o el cultivo de productos para la venta en vez del autoconsumo, estamos viviendo el efecto negativo. Otros factores son la migración, el alcoholismo y drogadicción (gastar recursos en vicios en vez de la comida para la familia), y el ingreso de tiendas que venden comida barata pero poco nutritiva.
Alcoholismo y drogas: El alcoholismo ha afligido nuestras comunidades desde la llegada de los invasores europeos. Y ahora vemos con más frecuencia el uso de drogas en nuestros jóvenes. La solución no es simplemente dejar de usar, pues reconocemos que este tema también está relacionado con la pérdida de tierras, la pérdida de la cultura, la pérdida de la dignidad y el trauma de la violencia que hemos sufrido dentro y fuera por generaciones.
Problemas familiares, abuso sexual y tradición: En nuestras comunidades existe el abuso sexual y físico de niños, niñas y mujeres. Es un tema del cual no se habla en la comunidad, y en algunos casos existen tradiciones que justifican o esconden el abuso. El abandono y la separación de parejas es muy común, igual como los hombres que tienen varias familias. También existen tradiciones que justifican relaciones injustas, como dar prioridad a los hombres sobre las necesidades de los niños, niñas y mujeres.
Agua: En la Guajira no hay agua, pues es desierto, sin embargo, los wayuu han tenido siempre el conocimiento de manejo de este recurso finito para que haya para todos. El problema hoy está más en el desvío del agua para uso industrial en las minas, dejando a los habitantes sin agua. En la Sierra hay problemas del manejo de residuos y el mal uso de los ríos, el ensuciamiento del agua.
Religión: En la Sierra Nevada de Santa Marta, ser cristiano es considerado como abandonar la identidad indígena. Hasta algunos líderes dicen que ser cristiano es atentar contra la comunidad. Esto en parte se manifiesta como una resistencia frente la incursión y dominación del mundo colonizador que incluye el trauma por el tratamiento a estas comunidades por parte la iglesia católica en el pasado y ahora es una resistencia frente el proselitismo que quiere crear iglesias en imagen del misionero o la denominación, negando la identidad propia de la cultura y la lengua. Esto ha llegado a un rechazo del cristianismo dentro del territorio. En otros pueblos fuera de la Sierra, hay menos conflicto directo, pero también existen sectores que creen que ser indígena significa rechazar el cristianismo.
La pérdida de la lengua y cultura: La pérdida de la identidad cultural, como una riqueza reconocida en la Constitución Política de Colombia, está siendo amenazada. Se culpa a los cristianos en parte, pero también se debe reconocer el estigma, la discriminación y falta de garantías para una vida plena desde el Estado ya que están condenando a muerte a algunas comunidades. A esto le sumamos los conflictos armados que se concentran en el territorio indígena. La mayoría de los que participan consideran que perder la identidad cultural sería un pecado y por ellos la iglesia indígena debe ser garante de protección y pervivencia de la identidad indígena y sus lenguas.
Grupos armados y delincuenciales: Hemos dicho que los territorios indígenas son usados como campo de guerra, el despojo de tierra viene también por grupos armados para sembrar coca y usarlo como ruta del narcotráfico. Las guerrillas, los paramilitares incluso el ejército han vulnerado el buen vivir de las comunidades. Desde la fe hace falta promulgar las acciones no violentas, ser objetores de conciencia para que nuestros hijos no sean alzados en armas, ni participen en grupos delincuenciales por el contrario las armas que se han usado para atentar la vida sea convertido en un arado como dice Isaías 2:4 y Miqueas 4:3.
Apatía de la iglesia: A veces la iglesia no quiere meterse para ayudar a transformar conflictos o problemas porque no cree que es una parte integral de su existencia o su testimonio. Hay otras iglesias que se asustan por los riesgos que se corren y no están dispuestas a sacrificar. También vemos que existe una necesidad de un crecimiento espiritual más profundo en la iglesia, lo cual podría llevarnos a ser embajadores del reino de Dios a la cual estamos llamados.
Frente a estos problemas:
- ¿Qué dicen las autoridades tradicionales y la comunidad?
- ¿Qué dice la iglesia?
- ¿Qué dice la biblia?
- ¿Quiénes debemos ser y qué debemos hacer?
Participantes:
Pueblo Wayuu: Laura Epiayu
Pueblo Yukpa: Jose Mario Peñalosa, Marina Camelo Caballero
Pueblo Wiwa: Ismael Conchacala, Karol Ramirez
Pueblo Kogui: Vicente Gil, Leonora Gil
Pueblo Iku: Jose Mario Izquierdo, Sandra Mejia
Pueblo Ette Ennaka: Berta Granado, Cristobal Mendoza