“Debemos amar al Creador, y a su creación, Nabgwana (Madre Tierra). Somos hijos e hijas de la tierra, y nuestro deber es cuidarla, defenderla, amarla.”

Estas palabras resuenan en el vibrante corazón del territorio Gunadule, un eco ancestral que ha guiado mi pueblo durante milenios. En momentos de profunda reflexión, donde la conexión con nuestras memorias y tradición se siente más intensa, escucho el canto de mis abuelos y abuelas, recordándome que el amor por la Tierra es un deber, una responsabilidad vital que trasciende generaciones.

Parte de la delegación guna de Memoria Indígena en Belém para la COP30, noviembre 2025.

La COP30: Un Espacio Crucial para la Justicia Climática

La COP30, celebrada en Belém, Brasil, no solo representó una reunión de líderes mundiales; también fue un espacio crucial para abordar los desafíos globales del cambio climático. La relevancia se amplifica cuando consideramos cómo estas discusiones impactan a los Pueblos Indígenas, quienes han sido y siguen siendo guardianes de la Tierra. Ante la creciente degradación ambiental, es vital que nuestras voces sean escuchadas y que se reconozcan los derechos de los Pueblos Indígenas, pues poseemos un sistema de conocimientos indígenas que es esencial para la lucha en contra del cambio climático.

Como parte de la delegación de Panamá, tuve el honor de participar como negociadora en el tema de Transición Justa. En estos espacios donde la política y la ética a menudo chocan, encontré la fuerza en la espiritualidad, la fe que tengo en Jesús. Varias semanas sin dormir y comer bien se convertían en recordatorios del sacrificio necesario para luchar por los Derechos de los Pueblos Indígenas, los Derechos Humanos. Mi trabajo consistió en abogar por un lenguaje que priorizara los Derechos Humanos y los de los Pueblos Indígenas. La colaboración con aliados, como AILAC (Asociación Independiente de Latinoamérica y el Caribe) y el Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre el Cambio Climático, fue esencial para fortalecer nuestras voces e influir en las negociaciones.

En palabras de Emil Sirén Gualinga, del pueblo Kichwa de Sarayaku, destacó la importancia de esta lucha: “Este éxito es el fruto de la lucha colectiva, respaldada por aliados como Panamá. Es fundamental que esa lucha nos inspire a todos a actuar.”

Como delegada de Panamá, estoy leyendo una declaración sobre la importancia de respaldar los párrafos 12(h), 12(i) y 18, así como el mecanismo propuesto, durante la ronda ministerial sobre el tema de la Transición Justa.

Escuchar a las Abuelas y Abuelos: Un Deber Sagrado

En cada paso de este camino, no solo estaba presente mi voz, sino también la de mis abuelos y abuelas, que guiaron mi espíritu y fortalecieron mis convicciones. En los momentos difíciles, mi oración, la oración de varios de ustedes y la escucha del clamor de mis hermanas y hermanos indígenas me recordaban que la lucha no se realiza en soledad, sino en comunidad. ¿Cómo podemos hacer que las decisiones en las negociaciones reflejen nuestras realidades y luchas?

Logros en la COP30: Un Hito en la Justicia Climática: La Inclusión de los Derechos de los Pueblos Indígenas en Aislamiento voluntario y en Contacto inicial en la COP30

Un momento digno de celebración durante la COP30 fue la adopción del párrafo 12(i) del Programa de Trabajo sobre la Transición Justa. La importancia de los derechos de los Pueblos Indígenas y de obtener su consentimiento libre, previo e informado de conformidad con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y la importancia de garantizar que todas las vías de transición justa respeten y promuevan los derechos colectivos e individuales internacionalmente reconocidos de los Pueblos Indígenas, incluido el derecho a la libre determinación, y reconozcan los derechos y las protecciones de los Pueblos Indígenas en aislamiento voluntario y contacto inicial, de conformidad con los instrumentos y principios internacionales de derechos humanos pertinentes.

Este avance histórico reafirma que todas las vías de transición justa deben respetar y promover los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas. Bryan Bixcul, del pueblo Maya-Tz’utujil, subrayó la importancia de esta decisión al mencionar que “A pesar de los importantes desafíos en las negociaciones, la COP30 logró avances importantes en materia de derechos de los Pueblos Indígenas, en particular a través del JTWP en los párrafos 12(i) y 18 del, JTWP que ahora funcionan en conjunto como el lenguaje basado en derechos más sólido jamás adoptado en el marco del Programa de Trabajo para una Transición Justa (JTWP), y constituyen una de las afirmaciones más claras de los derechos de los Pueblos Indígenas en cualquier decisión de la CMNUCC hasta la fecha.”

Además, añadió: “También es importante reconocer a los países que apoyaron a los Pueblos Indígenas durante estas negociaciones. Panamá, en particular, defendió constantemente la inclusión de los derechos de los pueblos indígenas y emitió declaraciones contundentes en apoyo de la autodeterminación de los Pueblos Indígenas, el CLPI, la protección de los PIACI(Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial) y las salvaguardias para abordar los impactos de la extracción de minerales de transición. Su liderazgo contribuyó a mantener la integridad del párrafo 12(i) en la decisión final.” 

Sin embargo, no debemos olvidar que hubo importantes omisiones. La ausencia de un acuerdo sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles es alarmante, ya que ignora la raíz de la crisis climátca que nos afecta tanto a nosotros como a nuestras tierras. Una transición justa no puede existir sin abordar las causas profundas de la crisis climática.

Asimismo,, apoyamos lo señalado en el artículo 12(h), que subraya la importancia de trayectorias hacia una transición justa que respete todos los derechos humanos y promueva un medio ambiente limpio y sostenible. Este enfoque es esencial para garantizar los derechos y la salud de Pueblos Indígenas, población de ascendecia Africana y otros grupos vulnerables, reforzando la equidad intergeneracional. Igualmente, el párrafo 18 resalta que instrumentos como las directrices de la OIT y los principios de la ONU son fundamentales en las estrategias nacionales hacia una transición justa. También respaldamos la decisión de establecer un mecanismo de transición justa, que busca mejorar la cooperación internacional y facilitar transiciones equitativas. Este mecanismo se implementará para complementar las iniciativas de la Convención y el Acuerdo de París, con el objetivo de ser evaluado en las sesiones futuras. Este enfoque colaborativo refuerza nuestras metas de justicia social y ambiental, asegurando que las voces de todos los actores sean escuchadas y valoradas.

Un Llamado a la Acción

El reconocimiento de nuestros derechos es solo el comienzo. A medida que avanzamos, es imperativo que apoyemos las voces indígenas y nuestros negociadores en cada rincón del mundo. La justicia climática es una cuestión de derechos humanos, y sin la inclusión de los Pueblos Indígenas en estos procesos, no podremos construir un futuro verdaderamente sostenible. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. ¿Qué harías  para defender nuestra Tierra?

Cultivando Justicia: La Conexión Sagrada del Pueblo Gunadule con la Tierra

En el pueblo Gunadule, cada nuevo nacimiento se celebra con una hermosa ceremonia en la que se cultiva un árbol nativo, junto con el cordón umbilical y la placenta, rodeados de oraciones de la comunidad. Este ritual simboliza nuestra conexión intrínseca con la tierra y representa la esperanza de un futuro floreciente. Como negociadora, no puedo disociar mi labor de esta profunda espiritualidad. Para mí, negociar es, en esencia, un acto de oración y un acto de justicia, donde la ética de la vida toma protagonismo: en nuestra cosmovisión y cosmovivencia, la vida debe tener más valor que el dinero.

No hay una transición justa sin la participación de los Pueblos Indígenas ni sin la inclusión de las voces de las personas más vulnerables de nuestro planeta. La tierra habla, y su voz debe ser escuchada en cada rincón de la sala de negociaciones. Este enfoque ético recuerda que responder a la crisis climática no es solo una cuestión técnica; requiere un cambio profundo en nuestra manera de valorar la vida y nuestro entorno.

Escuchar a los Pueblos Indígenas y adoptar una ética donde la vida es prioritaria sobre el interés económico es fundamental en la lucha por la justicia climática. Negociar desde esta perspectiva es una invitación a unirnos al Creador en nuestro esfuerzo colectivo en el en el movimiento de la Ruah y el  movimiento de la Tierra.

El canto de nuestros abuelos y abuelas resuena en nosotros, recordándonos que somos una parte fundamental de este universo. La lucha por nuestros derechos es nuestra herencia y nuestra responsabilidad. Por eso, invito a todos  a unir nuestras voces, memorias, historias y esperanzas para avanzar hacia un futuro donde la justicia climática y los derechos de los Pueblos Indígenas no sean solo aspiraciones, sino una realidad indiscutible.

 

 

 

 

 

 

 

 

Compromiso Continuo hacia la Justicia y los Derechos Indígenas

Este compromiso profundo se fortaleció en la reciente conferencia, donde cinco delegados de Memoria Indígena compartieron generosamente sus historias y testimonios en el escenario global, participando en paneles y conferencias de prensa tanto dentro como fuera de la zona azul. Este camino exige un compromiso firme y duradero. Como negociadora y activista, sé que debemos perseverar para implementar principios y guías que verdaderamente refuercen un mecanismo donde los Derechos Humanos y los Derechos de los Pueblos Indígenas sean fundamentales. Solicitamos su apoyo económico, sus oraciones y respaldo pastoral mientras avanzamos, unidos al tejido del Gran Espíritu en la restauración de todas las cosas. Solo juntos podemos forjar un cambio significativo y duradero.

Puedes apoyar mi trabajo dando una donación: Jocabed Reina Solano Miselis a través de Paypal playerjrsm@gmail.com o https://www.mesaglobal.co/workers/31569